Los beneficios de contratar una mp

Mujeres Programadoras 2017 se transforma en modelo sustentable de reconversión para el sector TI

«Las empresas que han contratado mujeres programadoras coinciden en que desarrollan rápidamente las habilidades técnicas necesarias»

Es rentable involucrar a las mujeres en el mundo tecnológico. Así lo indican datos de ONU Mujeres que aseguran que la presencia femenina activa en el trabajo cambia la estructura económica de los países y su PIB aumenta. En efecto, de acuerdo a estimaciones del Ministerio de Economía, el PIB de Chile aumentaría en casi 1% si se atrae a 100.000 mujeres al mercado laboral.
Andrea Armijo, directora de Capital Humano de Fundación Kodea, señala que los testimonios de las empresas que han contratado mujeres programadoras coinciden en que ellas destacan por su empatía, trabajo en equipo, influencia, orientación al logro, planificación y también por desarrollar las habilidades técnicas necesarias rápidamente.
«Hacer de la industria tecnológica un sector más inclusivo va en la dirección correcta. Ahora lo que necesitamos es que la apuesta que hacen estas programadoras tenga un puesto de trabajo abierto que sea sostenible en el tiempo y que se las sume como una más al equipo, porque son profesionales productivas en el corto plazo y que quieren seguir aprendiendo», destaca la experta.
Fundación Kodea no es la única instancia que tiene como una de sus metas la incorporación de mujeres en las filas de las empresas tecnológicas. Existen otras organizaciones cuya misión también es empoderar al género femenino en el mundo de la programación.
Una de ellas es Laboratoria, la cual recientemente anunció que, además de la capacitación que brinda a sus alumnas, han creado una plataforma de selección de talento. Otra de las iniciativas es «Jóvenes Programadores», de la Dibam.
Esta iniciativa ha beneficiado a más de 20.000 personas, muchas de estas mujeres, desde el 2014 en nuestro país.

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Mujeres y Tecnología

Kodea y Laboratoria crearon cursos de no más de seis meses que les dan las herramientas básicas para desarrollarse laboralmente en esta área.

La industria tecnológica en Chile es un campo dominado por los hombres. Según cifras de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información (ACTI), solo 4,5% de los trabajos en esta área son realizados por mujeres.

«Más del 50% de las mujeres son consumidoras de tecnología, sobre todo aplicaciones, pero entre el 96% y el 97% del software en Chile lo hacen hombres. A las empresas debería hacerles sentido la necesidad de tener la visión femenina», dice Mónica Retamal, directora ejecutiva de la Fundación Kodea, que facilita el acceso laboral al sector de las tecnologías, especialmente a mujeres.
Las cifras de la poca participación laboral femenina en el área contrastan con la necesidad de contar con trabajadores capacitados. «Para el año 2019 se necesitarán 500 mil programadores en Latinoamérica, según un estudio de Cisco, y el BID estima que para 2025 se requerirán 1,2 millones de desarrolladores de software en la región», dice Marisol Alarcón, directora de Laboratoria Chile, institución que capacita a jóvenes de bajos recursos para convertirlas en desarrolladoras web. Lo hacen en Perú, México y Chile.
«La iniciativa nació en Perú, donde uno de los fundadores tenía un emprendimiento en que requirió contratar programadores y se dio cuenta de que muchos de ellos no tenían estudios formales, sino que eran autodidactas», dice Alarcón. Así nació la idea de impartir cursos cortos para mujeres, a las que se les enseñaran solo las habilidades básicas para programar.
En Chile, desde 2015 que capacitan a jóvenes de bajos recursos en desarrollo web. Se trata de cursos de 6 meses y que equivalen a mil horas lectivas. «Son mujeres de entre 18 y 35 años que no pudieron acceder a una educación de calidad o que debieron abandonar sus trabajos o estudios por necesidades de su familia. Muchas de ellas trabajaban, pero ganaban el mínimo», dice Alarcón. Ya se han formado 150 mujeres y este año se iniciarán dos cursos de 80 alumnas cada uno.
Daniela Mora (27) es de Pudahuel. Antes de hacer el curso trabajaba en un call center con turnos extenuantes. «Vi el aviso en Facebook y por curiosidad ingresé. Ellos me ayudaron a buscar mi primer trabajo en una agencia de diseño. Ahora estoy en una empresa internacional. Mi cargo es experience designer y ya me enviaron a India a capacitarme. Colaboro en un equipo donde tengo que dar ideas y estoy a cargo de proyectos», dice orgullosa. La experiencia no solo le ayudó a desarrollar sus potencialidades, sino que permitió que su sueldo actual se quintuplicara al que obtenía en el call center .
Kodea creó la iniciativa Mujeres Programadoras, que también capacita a mujeres, esta vez en desarrollo de software. «Es un curso que dura cuatro meses y medio y que dicta Duoc. Esto se complementa con mentores de la industria que ayudan a la inserción laboral de las alumnas», dice Mónica Retamal. La semana pasada egresaron 64 estudiantes, que se suman a las 73 egresadas en 2016.
Las interesadas -cerca de mil en cada oportunidad- pasan por una rigurosa selección que contempla exámenes de matemáticas, lógica y un examen sicológico.
María José Araya (32) cambió el periodismo por la programación. Tras hacer el curso, entró a trabajar en la empresa de desarrollo de software Nisum. «En el periodismo ya no tenía muchas áreas en las cuales desarrollarme. Acá hay un desafío intelectual, siempre tienes que estar estudiando y perfeccionándote. Si bien ahora gano menos -ya que estoy aún en entrenamiento-, yo lo veo como una inversión a largo plazo», dice.
En la empresa de soluciones de biometría Biometrika ya han contratado a dos egresadas de Mujeres Programadoras. «Trabajan en el área de soporte y mantención de software . Su perfil se adapta muy bien a las necesidades de las empresas, ellas vienen con la base y nosotros complementamos su formación», aclara María Paz Coloma, gerenta de Tecnología de Biometrika.

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Mujeres Programadoras 2017

Mujeres Programadoras 2017 se transforma en modelo sustentable de reconversión para el sector TI

«65 alumnas que parten sus clases en abril. La tasa de empleabilidad de las egresadas del 2016 alcanza un 70 % a la fecha. Además sus expectativas de sueldo se duplicaron»

Luego del éxito del piloto de Mujeres Programadoras 2016, iniciativa pionera en Chile que becó a 78 mujeres para estudiar programación de software y que a seis meses de terminar el curso ya tiene a más del 70% trabajando en la industria tecnológica y que además duplicaron sus expectativas salariales, parte la segunda versión del programa con 65 chicas que pasaron las pruebas de una postulación inédita que alcanzó las 1000 mujeres interesadas.
Mujeres Programadoras 2017 es un cofinanciamiento de cursos en Programación de Software e intermediación laboral que otorga DuocUC y Fundación Kodea y que este año, gracias al apoyo de JPMorgan Chase Foundation, entregó cofinanciamiento a 65 mujeres, en el marco de una estrategia de inclusión y reconversión laboral para la industria digital.
Durante el lanzamiento oficial de Mujeres Programadoras 2017, Mónica Retamal, Directora Ejecutiva de la Fundación Kodea, señaló que “esta convocatoria confirma la hipótesis de que las mujeres sí están interesadas en la tecnología más allá de sólo consumirla y que iniciativas como ésta pueden transformarse en un modelo sustentable de reconversión laboral que ayude a palear el tremendo déficit de capital humano que sufre la industria tecnológica chilena, pero por sobre todo que abra los beneficios de trabajar en una de las industrias mejor pagadas a sectores que hoy no participan de la economía digital. Cabe recordar que la participación de mujeres en el sector TI sólo alcanza el 4% y es por eso Mujeres Programadoras nace como una respuesta al déficit de capital humano TI que tiene nuestro país con un programa de cursos cortos que apuntan a los oficios tecnológicos. Al mismo tiempo es una invitación para que las mujeres rediseñen su vida con la programación y a través de ellas las empresas de la industria TI incorporen proactividad, trabajo en equipo, habilidades comunicacionales y capacidad analítica, habilidades propias del talento femenino.
“La idea de que trabajar en el mundo digital no es exclusivo de los ingenieros informáticos que estudiaron cinco años, sino que también pueden ingresar al rubro personas que hicieron estudios más cortos, pero intensivos en los que no se necesita tener formación previa; dado que se sigue la premisa de que cualquier persona, puede aprender el idioma del código y así vamos enfrentando la fuerte demanda de capital humano TI”, explicó Mónica Retamal.
Por su parte, Ximena Sibils, Directora de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones de DuocUC manifestó que “la apuesta que hicimos el año pasado con este proyecto tiene un impacto directo en la productividad del país, en la medida que apunta mejorar y potenciar el desempeño de todos los procesos productivos a través de la tecnología y si en ese desarrollo hay un equipo que integra mujeres ya tiene una mirada y conceptualización más amplia e integral”. El curso contempla clases con módulos de conocimientos técnicos en programación de lenguajes JAVA y .NET y un programa de intermediación laboral que les entrega coaching de habilidades no cognitivas; un tour tecnológico a empresas del sector y mentoring, proceso a través del cual se busca conectar a las alumnas egresadas con las empresas de la industria TI. Este año las estudiantes de entre 25 y 30 años alcanzan un 45%, mientras que las de 31 a 35 años un 29 % y las de 36 a 40 años, el 21% restante. Todas ellas presentan estudios anteriores en las más variadas disciplinas entre las que se pueden destacar psicólogas, diseñadoras, biólogas, enfermeras, ingenieras, entre otras.

Resultados y experiencia 2016

De las 71 mujeres programadoras egresadas en el piloto, 42 de ellas pasaron a intermediación y a seis meses de terminado el curso el 100 % ha tenido una entrevista laboral; más del 70 % está trabajando y duplicó su ingreso, respecto a sus trabajos anteriores al programa. Además 23 de ellas están en proceso de certificación SFIA, marco de competencias internacional que define las habilidades profesionales que necesitan las personas que trabajan en el sector de las TICs. Angie Patiño, una de las egresadas de 2016 y actual programadora en la empresa Tata Consultancy Services comentó que “con el apoyo de la intermediación laboral que hizo Kodea, estábamos a la expectativa de qué iba a pasar, si iban a creer en nosotras. Cuando llegué a trabajar acá y me dijeron ‘creemos en ti’ fue muy emocionante, porque sabía que con esto mi vida había cambiado”.

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Columna Emol de Mónica Retamal

¿Qué pasaría en Chile si sumamos más mujeres a la industria digital?

 

Las mujeres nos hemos convertido en un motor del cambio global. La evidencia ha demostrado que las empresas que incorporan más mujeres mejoran desde su clima laboral hasta su rentabilidad. En las compañías del Fortune 500 con más mujeres en sus juntas directivas hay mayores beneficios financieros. Según ONU Mujer, la presencia femenina activa en el trabajo cambia la estructura económica de los países y su PIB aumenta. En esta línea, de acuerdo a estimaciones del Ministerio de Economía chileno, nuestro PIB aumentaría en un 0,68% si se atrae a 100 mil mujeres al mercado laboral.

¿Dónde pueden trabajar estas 100 mil mujeres? Incorporémoslas a la industria tecnológica, cuyo déficit de capital humano en Chile alcanza un 25% anual. ¿Qué cambios podríamos ver en las empresas TIC? De acuerdo a IT Manager Daily, el retorno de la inversión es 34% más alto para las empresas de tecnología que tienen mujeres en su gestión y la resolución de problemas y creatividad se incrementa en los equipos que tienen al menos una mujer en sus filas.

¿Qué pasaría en Chile si sumamos más mujeres a la industria TIC? La tecnología como una opción para las niñas y adolescentes sería real, mientras que la tasa de graduadas en ciencias de la computación superaría el escaso 8% actual. El mercado laboral superaría el 4% de fuerza femenina y transformaríamos a Chile en un país creador de nuevas tecnologías. Podríamos aumentar el PIB anual en hasta nueve mil millones de euros, según constata un estudio de la Unión Europea sobre mujeres en el sector digital.

Ante tanta consecuencia positiva cabe hacerse dos preguntas: ¿las mujeres están en condiciones de dar este salto? La respuesta es sí, ya que tienen una alta tasa de conectividad para hacerlo. El 46,5% tiene acceso a telefonía móvil, el 90% usa las redes sociales y un 10% de ellas usa tablet.

Y ¿qué ventajas tiene esta industria para ellas? Éste es el sector que ofrece uno de los mejores entornos laborales para las mujeres por la calidad de sus puestos de trabajo, dada su flexibilidad horaria y altas remuneraciones. Si a esto le sumamos que el efecto de las mujeres en la industria TIC es determinante para que Chile juegue en las grandes ligas del desarrollo digital, el círculo no sólo es virtuoso, sino que indispensable.

Iniciativas públicas y privadas que buscan empoderar a la mujer para generar mayor emprendimiento o proyectos de reconversión laboral TI como Mujer Programadora que apunta a hacer de la industria tecnológica un sector más inclusivo, van en la dirección correcta. Ahora necesitamos que sean sostenibles en el tiempo y que sumemos más.

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